domingo, 5 de diciembre de 2021

CRÍTICA| Antihéroe de la narcoliteratura: «Miedo» de Aníbal Ricci

 

Miedo (2021) de Aníbal Ricci Anduaga (Santiago, 1968), es la reedición de su primera novela Fear (2007). En este nueva versión el autor desarrolla varios tópicos, como la relación no superada con la expareja, Gloria, las abundantes figuras femeninas representadas como prostitutas o distribuidoras, y para cerrar el encuadre, la paranoia de estar siendo vigilado constantemente.

 

El autor rediseña una novela más estática que lista de compras en el supermercado. Un diario de vida donde hay abundancia de acontecimientos marginales, pero en lo técnico es difícil encontrar una frase que tenga como norma más de tres renglones. Este aspecto que pudiese ser un hecho aislado, se repite en otra novela: El martirio de los días y las noches (2015). Esto es gravitante porque no desarrolla una literatura fluida, tampoco un ambiente que no sea el delirio psicológico, ni menos representa la transposición de la voz narrativa del personaje. Lo que provoca que la lectura sea abrumadora debido al planteamiento mecánico y poco reflexivo.

De este modo, el protagonista se hunde en las actividades nocturnas por más de un tercio del libro, siendo de escasa relevancia lo acontecido. Porque este traficante y consumidor, lo único que desea es sobrellevar la pena por el abandono de Gloria y la mejor solución es buscar prostitutas en las mismas condiciones: “Era un mal reemplazo de Gloria, pero al menos dejé de llorar en las noches. Su partida había hecho mil pedazos mi autoestima, hasta el punto de estar viviendo con una puta” (p. 21). La separación origina una espiral de vida nocturna sin control que lo lleva a otros países.

 

El tópico de la paranoia y el delirio de persecución derivado de la excesiva ingesta de cocaína y el acoso de un colega de trabajo, es lo que hace a andar este libro: comienza a cambiar de lugar, visita a la hermana, etc. Sin embargo, la turbia atmósfera en la que supuestamente es vigilado es constante: “Volvieron a sentirse los gritos. Como si alguien les hubiese avisado que apagué la luz. Convencido de que, si me quedaba en el cuarto, nada me ocurriría, era cosa de esperar a que amaneciera” (p. 48).

 

Aparte de los tres tópicos mencionados, uno de los gruesos errores es construir una historia monótona, en que las dinámicas sociales son búsqueda, consumo y huida pero con un fondo de países latinoamericanos. Sumado a esto, aparecen varias reflexiones sobre el valor de la familia, el tiempo perdido y la fatalidad misma del ser. Por otro lado, nada peor que un personaje plano que no evoluciona y cuya estrategia —al igual que la escritura— se vuelve rutinaria. Es decir, este antihéroe de la narcoliteratura que se presenta en las primeras páginas se mantiene de igual forma hacia el desenlace.

 

Dado que Miedo (2021) de Aníbal Ricci es una nueva edición, revisada y aumentada, uno esperaría que el trabajo haya mejorado. Mucho más si tiene a su haber varios libros posteriores al primero. Sin embargo, se mantienen los desaciertos haciendo que esta novela sea un rotundo fracaso, porque da lo mismo el tema si el personaje de focalización es plano.

 

Miedo

Aníbal Ricci Anduaga

Editorial Zuramérica, 2021

144 páginas

Precio de referencia: $11.900.


CRÍTICA| Piñera en el psiquiatra: La revuelta que dejó a su Gobierno maltrecho

 


 Este libro de 228 páginas, está dividido en cuatro grandes capítulos: primero, “la noche más oscura”; segundo, “la crisis que nadie vio venir”; tercero, “el estallido”; y cuarto, “los días decisivos”. La tesis que instalan es la incapacidad del Gobierno para comprender que la calle exigía profundas reformas del modelo neoliberal que parte de la base de la Constitución de 1980.

 

El segundo Gobierno de Sebastián Piñera debía ser consagratorio para la derecha, situando a Chile como líder regional sin precedentes y pronto a dirigir la APEC y la COP25. El estallido chileno no solo impidió, sino que, dejó maltrecha a la derecha. A nivel internacional, nuevamente se le asoció con la dictadura de Pinochet tras el discurso de Piñera: “estamos en guerra contra un enemigo poderoso”, y hasta el momento, la presidencia se mantiene todavía con plenas facultades pese a las cuatro condenas internacionales de violaciones a los derechos humanos.

 

El libro consigna seis fallecidos sin identificar, cientos de heridos con rotura del globo ocular y ante la gran cantidad de heridos, los responsables continúan impunes.

 

La caída de Chadwick

Herrero dirige Interferencia, mientras que Landaeta es actualmente directora de contenidos del canal de TV La Red. Básicamente, trabajan con fuentes concretas donde el grueso son fuentes de medios de comunicación tradicionales y alternativos, pero también, están las fuentes de asesores, subsecretarios, operadores, funcionarios o gente de confianza que configuran el ambiente de pasillo al interior del palacio de gobierno.

 

Uno de los errores en el ritmo de lectura es el capítulo “La caída de Andrés Chadwick”. Los autores se tardan en dar contexto a la salida de esta figura política. El ministro venía con alto descrédito debido al asesinato por parte de carabineros de Camilo Catrillanca. Pese a la fuerte oposición y al impacto en la opinión pública no salió del cargo y fue blindado por su primo hermano. Queda cojeando esta sección al situar la muerte del comunero mapuche como posterior a la salida. Asimismo, una de las deudas que tiene esta obra es no alcanzar testimonios de miembros de la Segpres que dirigía Cristián Larroulet.

 

Piñera con cuadros psicóticos y estrés

Como todo libro que busca relatar lo acontecido en el ejercicio del poder ante situaciones trascendentales, el lector encontrará datos sabrosos. Por ejemplo, la intensidad de las manifestaciones en Plaza Dignidad provocaron cuadros psicóticos y estrés en el mandatario. El médico psiquiatra Ricardo Capponi lo hospitalizó en casa y Jaime Mañalich lo revisó. El personal de seguridad en la casa de los Piñera-Morel fue en aumento, así como la paranoia donde el edecán debía probar la comida ante el supuesto envenenamiento.

 

Si bien en lo técnico no se observan errores o imprecisiones, la crónica donde el escritor lleva al lector a transmitir las sensaciones de la revuelta es insuficiente. Esta se enfoca en materiales concretos como testimonios, tweets de políticos locales, análisis sobre los movimientos para dar salida a la crisis, trabajo en terreno de reuniones políticas, televisión, periódicos, entre otros.

 

La revuelta. Las semanas de octubre que estremecieron Chile (2021) utiliza la estructura de novela del lado B de la trama, intentando develar nudos importantes desde el pasillo, distinto la crónica novelada de John Reed en el libro Diez días que estremecieron al mundo, pero que entrega información primordial sobre la revuelta de octubre.

 

La revuelta. Las semanas de octubre que estremecieron Chile.

Laura Landaeta y Víctor Herrero

Editorial Planeta, 2021

228 páginas

Valor referencial: $15.900

jueves, 2 de diciembre de 2021

Reseña: La soberanía chilena no se escribe sin las mujeres.

Reseña aparecida en CienciaenChile.cl


Antártica: relatos de exploradoras en el corazón del planeta (2021) es el viaje de la periodista Nadia Politis, donde navega a bordo del buque Marinero Fuentealba de la Armada de Chile para intentar cruzar el círculo polar antártico. Durante la travesía construye perfiles con un tono afable sobre cincuenta y tres viajeras de distintas edades, profesiones y procedencias. Ellas abordan la vida cotidiana, el clima gélido, la relación con la flora y fauna del paisaje austral.

El acento que utiliza para este libro para retratar a las mujeres es la persistencia y la pasión en actividades, en las que han sido pioneras como el buceo o desarrollando altas preguntas desde diversos enfoques: bióloga marina, oceanógrafa, paleobotánica, ingenieras forestales, pilotos, escritoras, escultoras, pianistas, ecoturismo, ecóloga, periodistas, oficiales de marina, médico, sismólogas, biólogas, estudiantes, físicas, físicas espaciales, profesoras, nadadoras, abogadas, meteorólogas y astrofotógrafas. Muchas de ellas, están alertan sobre el fenómeno actual y, desde el extremo austral del planeta, están a la vanguardia, interviniendo en las decisiones políticas que las superpotencias debiesen tomar para resguardar a las futuras generaciones.

Al comenzar el libro, la autora nos presenta la investigación que hizo sobre mujeres pioneras en llegar, observar y/o caminar al mencionado continente. Las que destacan la noruega Ingrid (Dahl) Christensen entre 1931 y 1936, Caroline Mikkelsen en 1935, la señora Betsy Rasmusen a bordo del ballenero que capitaneaba el esposo Adolfo Amandus Andressen y por último, Rosa “Miti” Markmann, Sylvia y Rosa González Markmann, esposa e hijas del presidente González Videla, quienes en la comitiva presidencial de 1948 hacen soberanía en el territorio austral.

El presente ejemplar da cuenta de las palabras de la hija mayor, Sylvia González Markmann, quien invita a las nuevas generaciones a que se hagan parte de esta aventura: “Las niñas tienen que cumplir sus sueños (…) para cualquier mujer científica es una gran oportunidad poder trabajar allí y descubrir todo lo que puede entregarnos ese gran continente helado”.

Politis conjuga en ocho capítulos la crónica, el relato, las entrevistas, las imágenes y otros detalles a modo de bitácora expedicionaria con gran dinamismo para los lectores. En el primer capítulo: “la exploración polar” presenta a Ana Campos González, autora de la novela biográfica de su abuela “Miti” Markmann. Pamela Olmedo Rojas bióloga marina y buzo científico. Leyla Cárdenas Tavie identifica especies que invaden la biodiversidad del continente frío producto del cambio climático y, fue la primera década de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile (UACh). La ecofisióloga Angélica Casanova-Katny estudia los musgos y los líquenes que son afectados por la contaminación mundial.

En el segundo capítulo: “viviendo el sueño”, se declara la importancia de promover el conocimiento sobre el frío territorio, debido a la pertinencia que significa las modificaciones ecológicas que impactan a nivel mundial. Entonces, en esta sección agrupa a las primeras científicas en estudiar los microorganismos de musgos y líquenes, Wanda Quilhot Palma; la experiencia de la paleobotánica Teresa Torres González que acumula veinte viajes de estudio; la estudiante de bioquímica Josefina Jorquera Faúndez saca boleto para viajar tras ganar el segundo lugar en la Feria Antártica Escolar (FAE), presentando la investigación sobre la abundancia de la estrella de mar en aquel sector y ampliando la escasa bibliografía existente. La doctora en Ciencias Forestales Patricia Sáez Delgado estudia el retroceso de las masas de hielo que afectan al pasto y clavel. El incremento -propone- en las temperaturas podrían tener mayores efectos biológicos durante la noche que en el día. Sara Ulloa Villalobos vivió durante más de un año en isla Rey Jorge junto a su esposo y dos hijos. De acuerdo a la entrevista, Sara afirma que el encierro polar y el confinamiento en pandemia “no ha sido tan terrible, aunque sí extraño tener una bonita vista. Allá podías ver la había o la ventisca que golpeaba la ventana”.

En el capítulo tercero: “Conciencia Antártica”, Nadia Politis afirma que se fortalece la idea de la cooperación internacional, la protección del medioambiente y el interés por el desarrollo del conocimiento. En efecto, la brasilera Juliana Vianna estudia los distintos pingüinos y establece que ellos no siempre han estado allí, sino que, es una especie que migró en algún momento desde zonas más cálidas. En la misma área, Isidora Mura Jornet estudia la disminución de colonias de pingüinos barbijos debido al cambio climático y a la extracción indiscriminada de su alimento, el krill. Andrea Piñones Valenzuela es oceanógrafa y estudia la migración de la foca cangrejera en busca del krill. Angie Díaz Lorca es bióloga marina y tiene la capacidad de manipular la malla cuando deben cazar y liberar a aves salvajes como skúas y petreles. Esta última entrevista, destaca que la científica abrió el camino para que mujeres chilenas hagan buzo en la Antártica, asunto que ha ido cambiando desde el 2006.

El capítulo cuarto, pertenece a las reporteras, periodistas o camarógrafas tanto nacionales como internacionales que abordan con premura o dan cabida para difundir las ciencias. Acaso, de las manifestaciones más interesantes es la de Marisol Retamal González que responde acerca sobre el concepto de la buena periodista: “hay que tener pasión por informar. Pasión por la verdad, por la precisión, y siempre hay que tratar de ponerse en el lugar del lector o lectora”.

En el capítulo quinto, “científicas y uniformadas” se vislumbra la importancia de las Fuerzas Armadas para desarrollar la logística y traslado de las examinadoras. En el capítulo se destaca a la botera de naves menores Dayana Cañón Ulloa, la oficial de guardia Francisca Peñaylillo Arancibia encargada de cumplir con la navegación en una ruta inestable y la piloto militar Valentina Troncoso Santander, quienes en mayor o menor medida sortean lo voluble y desafiante que es el territorio antártico.

El capítulo sexto, “cruzar el círculo polar antártico”, es la división más importante, porque el viaje llega al objetivo es cruzar el círculo polar y trabajar en la estación científica Glaciar Unión durante noviembre a enero. Rescatamos a Jenny Blamey Alegría y Cecilia Pérez Barrientos, son parte de un grupo mayor, porque nos cuentan la preparación de alta montaña que tuvieron para enfrentar bajas temperaturas y relatar el fenómeno climático que acontece en aquella región.

El armado del séptimo capítulo, “nuestra antártica interior”, da cuenta de espacios mayormente creativos, personas como Katia Macías Díaz que participa en programas junto a otros líderes del extremo sur para promover valores y consciencia sobre aquel lugar. El volumen también registra a las ganadoras de la Feria Antártica Escolar (FAE) 2018, una de las tres, Katalina (20 años) declara que el desinterés científico procede por un asunto de sesgo.

En el capítulo octavo, “el continente del futuro”, es la sección más diversificada donde observamos perfiles sobre la habilidad musical de la puntarenense Pilar Delgado Ávila, la escritora Violeta Diéguez Rojas y el vínculo a través del libro infantil Violeta en la Antártica, la escultora Paola Vezzani González que simboliza la inventiva con el pueblo yagán (la única mención al pueblo fueguino), y la nadadora de aguas gélidas Bárbara Hernández Huerta que durante el verano del 2022 nadó sin traje protector en el sector del glaciar Leones.

Si bien el contenido de las entrevistas pudo estructurarse con mayor idoneidad al sentido de las secciones, la finalidad de Antártica: relatos de exploradoras en el corazón del planeta (2021) es difundir con perspectiva feminista y ecológica el quehacer científico en la Antártida. Dado que la lista de investigadoras y trabajadoras es amplia representan a la élite del país, también lo son las tesis propuestas y formas de vida en un medio que está cambiando, porque tras esa capa de hielo hay ecosistemas históricos por reconocer y seguir escribiendo.

 

 

Ficha técnica

Antártica: relatos de exploradoras en el corazón del planeta

Nadia Politis

2021

148 páginas

Proyecto financiado por el programa Ciencia Pública, del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, y cuenta con el apoyo del Instituto Antártico Chileno (INACh), y las municipalidades de Santiago y Punta Arenas.