lunes, 3 de noviembre de 2014

RESEÑA: Horroroso Chile (2013)

Guido arroyo y David Bustos (editores) Editorial Alquimia.
173 páginas.
Asedios a Enrique Lihn

Alquimia Ediciones nos presenta Horroroso Chile, un acoso textual de parte de catorce autores, los cuales —mediante el ensayo— vienen a refrescar la figura del poeta de El Paseo Ahumada. Dar nuevas perspectivas e instaurar defensas ante el reduccionismo chilensis: ese que afirma la apoliticidad de su obra, luego de su visita a Cuba allá por 1969.

Pero sería ridículo intentar reducir este trabajo a un libro con dimensiones defensivas, o quedarnos con la lección metatextual sin que sus lectores se centren en la poética de Lihn, aspecto muy recurrente en talleres literarios. Este libro acude al encuentro de aquellos que han participado de lecturas personalizadas y que no se quedaron solamente en los poemas Por qué escribí o Nunca salí del horroroso Chile, sino que han desarrollado un proceso interpretativo que ahonda en las reflexiones en torno a la poesía, el quehacer poético y el contexto literario.

A lo largo de este volumen se reflexiona sobre el Lihn político y sus tensiones estéticas tanto en los setenta como en los ochenta—, sus rudimentarias publicaciones, sus ácidos comentarios hacia compañeros de oficio y su permanente rebeldía. A cargo de esto, catorce escritores de diversa talla, quienes analizan la obra de Lihn con distintas profundidades.

En Lihn, Lihn, Lihn… hasta la victoria siempre, Bruno Vidal realiza una elegía sobre la transversalidad histórica y política en la obra de Lihn. Por otro lado, Juan Pablo Pereira en su trabajo: Para una resistencia débil: Lihn a partir de Rotterdam y otras bombas de ruido, nos llena de preguntas sin respuesta ante el sopor del reduccionismo chileno que no sabe alimentarse de los díscolos. Mientras tanto, Martín Cinzano analiza la capacidad de una poesía que pueda refutarse a sí misma en cualquier espacio y tiempo, en Lihn y la dictadura. El fundador de Kloaka, Roger Santiváñez, nos relata la poética del viaje y su acabado análisis sobre Estación de los Desamparados escritura que tuvo lugar en el viaje de Lihn a Lima en 1972—, en el texto Enrique Lihn: una estación en Lima. En Batman, un meteco en Chile o la deformación histriónica de un ídolo y su retórica, Daniel Rojas Pachas exhibe las debilidades de Bruce Wayne mediante la valoración dionisíaca de Batman. Y por último, en el ensayo Escritura y crítica en una novela de Enrique Lihn, de Francisca Lange, se sistematiza la criticidad de Lihn a partir de la novela Batman en Chile.

Quedará en interrogante las capacidades de Lihn para enfrentarse al nuevo mundo que deviene luego de la caída de la muralla y la globalización, ¿Qué nuevo Lihn aparecería?, ¿qué tipo de crítica arreciaría durante los noventas?, ¿y cuáles serían las nuevas reflexiones en torno a la poesía?

Se desprende del libro, y el lector podrá complementar, que Lihn fue mucho más que un problema sin solución para la izquierda totalizante, que no se le ha tomado suficientemente en cuenta por la incapacidad de dimensionar las preocupaciones estéticas de su poética, y por ende, por la mala comprensión de su obra como objeto de estudio, lo que deriva en malas reducciones del Lihn autor. Mario Valdovinos en su acotada reseña mercurial nos ofrece una: Lihn, el escriba indócil.

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