viernes, 1 de septiembre de 2023

Crítica literaria: Libros marcados (2023). Los refugios de Antonia.

 



Libros marcados (2023) de la escritora Antonia Torres (Valdivia, 1975), es un libro minimalista que dialoga con el padre, el destacado poeta Jorge Torres Ulloa fallecido a los 53 años por problemas renales, sobre lo humano y lo divino de crecer en provincia. Así, la autora de la novela Vocales del verano (2017) utiliza la memoria para ahondar en el proceso de crianza, los amigos del padre, critica la conformidad de los académicos locales cuando la narradora emite una opinión literaria públicamente. En efecto, hay capítulos particulares donde menciona las perturbaciones en la casa familiar, las obras de teatro en Deutsche Schule, la presentación de libros donde se habla sobre el autor y no de la obra de este, la visita al hogar de Jorge Teillier, Diamela Eltit y “el poeta figurón” Raúl Zurita.

Debido a la insuficiencia renal que acaeció al progenitor por muchos años la presencia de la muerte estaba asumida desde siempre, por tal motivo se intercalan poemas macabros del poeta como “la muerte ensayada”, lo niños juegan a sepultar al papá en “apuntes con niños en la playa y al fondo amenazantes nubes”, o el poema sobre un hipotético funeral “estos amigos míos”. Esta misma temática se desarrolla en toda la obra de Jorge debido al brazo armado del régimen y la pérdida de amistades literarias, en tanto, esta narrativa no está cruzada por el hálito de la muerte sino la celebración en vida bajo la perspectiva de la edad de oro de la infancia.

Podemos agregar que este volumen está dentro de la categoría de la literatura de los hijos, que son un conjunto de escritores/as chilenos que combinan infancia, memoria y reflexionan sobre la herencia conflictiva en la que los padres fueron opositores a la dictadura. Lo interesante es que se visualiza una narradora, rememora colectiva e individualmente, que problematiza figuras masculinas como al profesor de castellano con el cuello de camisa sucio o a los académicos rezongando, pero en menor intensidad la figura del hombre/padre/librero/actor/profesor/enfermo/valdiviano, etc.; un vínculo afectuoso, comprensivo y cariñoso.

La hija no elude la responsabilidad de la herencia dada por el padre, la madre aparece circunstancialmente, lo acepta y comparte consideraciones: “Pienso que heredé los libros de mi padre y también una pila de sus propios prejuicios”, o el consentimiento, cuando se refiere a los escritores santiaguinos como elitistas, autorreferentes y mesiánicos.

Repleto de capítulos cortos y aleatorios, los más extensos son la búsqueda de Arístides de la Hoz, un personaje difuso y con escasas referencias, y la dirección de la obra de teatro de Los físicos de Friedrich Dürrenmatt en el colegio privado de la ciudad, la prosa se observa abreviada y contenida en la autoficción.

Libros marcados es un libro breve que transita entre memorias, autobiografía, referencias, personas de carne y hueso convertidos en personajes literarios. Lo anterior, configura la subjetividad del legado a partir de la voz narradora/hija/poeta que amerita contar y que también busca refugio para encontrarse, en una dimensión distinta, con él.

 

Libros marcados (2023)

Antonia Torres Agüero

Editorial Penguin Random House

138 páginas.-


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