La próxima vez que te vea, te mato (Anagrama, 2024) de Paulina Flores (Santiago de Chile, 1988) es su segunda novela de autoficción. Javiera, la protagonista becaria chilena, estudia postgrado en Barcelona y ha superado el tiempo permitido por la visa. Esta obra se focaliza en las experiencias de la protagonista, convertida en compañera de departamento de Manuel: un joven oriundo de Lima, músico punk y nadador que tiene una relación poligámica con Armonía y Laura.
Javiera
se considera malvada y perversa, aunque está más cerca de la frivolidad y la
desidia. Además, señala estar fascinada por lugares de mala fama como el barrio
“El Raval” y personas de la periferia, los que cumplen una suerte de asesorías
para los futuros acontecimientos: “Soy del tipo de persona que siente
fascinación por lugares opacos y malditos. Alguien que aprecia la santidad
tierna de los delincuentes”. Sin embargo, esta forma de vida, no es más que un
engaño porque no lo habita, por más que está viviendo una situación donde los
recursos son insuficientes, no ha llegado a un nivel de desesperación. De igual
modo, junto a la situación de ser inmigrante, con episodios xenófobos, ella
tiene bajas expectativas sobre su futuro dada la escasez de trabajo.
Observamos
a una narradora que se presenta como una mujer dependiente, sumisa y pasional:
“Nunca deseé con tanta fuerza ser una suplicante. Esperar a Manuel de rodillas
y desnuda, practicar maullidos lastimeros. ¡Ten misericordia y déjame
cosificarte!”. La situación expuesta en el relato está vinculada al amor libre
como utopía, y también, como estrategia para suprimir el estado actual de las
cosas. No obstante, esta práctica sin movilización, no es más que Javiera
situada en una posición secundaria, la de suplente o sustituta. Esta figura
femenina deseosa del cuerpo masculino y de afectos está en fase de espera, en
una jerarquía distinta, nunca como una igual. Lo que me permite recordar la
influencia de la canción romántica promovida por artistas como Luis Miguel,
Gilda, Ana Gabriel, Gloria Trevi, Yuri, Rocío Durcal, entre otros.
La
próxima vez que te vea, te mato es un libro ligero donde
Javiera está lejos del estereotipo de la femme fatale que nos indica la
contraportada. Sin embargo, su estadía en Europa será regresiva a las
pretensiones con las que viajó. En busca de una nueva forma de amar, Javiera
termina repitiendo los mismos valores y normas de la cultura patriarcal que
buscaba deshacer. Es decir, ella refleja una emocionalidad hermanable con
canciones como la balada romántica de Myriam Hernández: “El hombre de yo amo”.
La
próxima vez que te vea, te mato
Paulina
Flores
2024
Editorial
Anagrama
200
páginas.
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