martes, 3 de febrero de 2015

Crítica: El barco de los esqueletos (2014)

EL BARCO DE LOS ESQUELETOS
Oscar Barrientos (Punta Arenas, 1974)
Pehuén Ediciones, 2014.
62 páginas.


Por Gonzalo Schwenke





Óscar Barrientos Bradasic, nos presenta una crónica con voz de ensayo, que narra la historia del navío Marlborough, barco que se mantuvo errante durante veintitrés años en altamar y que en 1913, fue abordado por el navío inglés Johnson en el Estrecho de Magallanes. Aquellos marinos que subieron, informaron que encontraron diez cadáveres y uno de ellos sujeto al timón de la nave. Lógica o no, existen numerosos documentos y extraños sucesos ocurridos sobre barcos a la deriva y que son motivos para la creación literaria. Algunos de ellos, son mencionados y registrados en el texto de Barrientos; como la bitácora de viaje del capitán del barco Démeter, la leyenda del Caleuche, el barco maldito de S. T. Coleridge, leyendas del extremo austral de OrestePlath, las aventuras de Arthur Gordon Pym de E. A. Poe, entre otros textos, que el autor se sirve para dar referencialidad al insólito caso del Marlborough.

Sin embargo, la cantidad de elementos citados hacen un flaco favor a la historia, puesto que nunca logra progresar, reiterando los sucesos literarios y no utilizando estrategiastales como el formato de carta de navegación o la bitácora, los cuales abrirían un campo novedoso para el lector.Así mismo, el libro quiere llegar a serun diccionario de consulta sobre accidentes náuticos para quien esté interesado en este tipo de literatura o que bien puede tratar estos temas con un asiduo navegante en el bar más cercano del puerto.

Así, de lo poco bueno. Se instala en la medianía del texto una aguda reflexión acerca del olvido de quienes perecieron sin justicia en este país cadavérico, donde la neblina que acompaña al barco errante simula el desvanecimiento de la memoria —no basta con el registro documentado—, porque quienes vivenciaron la tragedia, con sus muertes se va diluyendo parte del testimonio que sustenta este país lleno de cuerpos errantes: “los barcos fantasmas traen y llevan en su deriva nocturna el mensaje de la memoria, recuerdan con su sortilegio que el pasado aún ejerce su ministerio en las aguas, un imperio de sal y neblina.”


En consecuencia, “el barco de los esqueletos” es un libro totalmente olvidable. Su crónica se basa en hacer un almanaque literario sobre tragedias marítimas, por lo que su lectura es soporífera ya que nunca termina de afirmarse ni tampoco desarrollar, en algún grado la tensionalidad propia de la narración, sino que opta por limitarse a informar y a reportear una historia documentada que a medida que desaparecen los testigos, se convierte en leyenda.


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