sábado, 3 de enero de 2015

If… (Gran Bretaña, 1968).

If… (Gran Bretaña, 1968).
Director: Lindsay Anderson.
Intérpretes: Malcolm McDowell, David Wood, Richard Warwick, Robert Swann, Hugh Thomas, Rupert Webster.

Por Gonzalo Schwenke
“¡Muchachos! ¡Muchachos!
¡Yo los comprendo!
¡Sean razonables y confíen en mí!
¡Confíen en mí!” Rector del College

If… Es una película compleja a primera vista. Desde ya, el título es una preposición que antecede a múltiples posibilidades expresadas en la literatura y el cine.
Diseccionada en capítulos, nos induce a correr por los pasillos de la Casa College, a batallar por la sabiduría y ser permanentemente disciplinados. Así se expresa con el primer modelo: “La sabiduría es lo principal, por lo tanto, consigue sabiduría y con todo lo que consigas, consigue la comprensión” Proverbios IV: 7

La primera escena a la que nos enfrentamos es el desorden de una pequeña multitud que será guiada y acallada por los celadores que tiene la Casa College. Tales vigilantes serán estudiantes privilegiados y no negociarán el poder ante la indecencia de la rebeldía, ellos pretenden saciar la sumisión del estudiantado, guiar el acto creativo – entiéndase  como distintas situaciones no enmarcadas en el aprendizaje asociado-, y castigar con dureza la felonía de los movimientos de insurgencia. Así, el Colegio será reconocido y será premiado por su disciplina. Por su parte, dicha institución tiene elementos peculiares; su estructura inglesa basada en los arquetipos de sus fundadores como John Thomas, el resguardo de los valores y las tradiciones; integridad, normas elevadas en un mundo continuamente perverso y que cada vez fortalece su decadencia.

La educación inglesa será el transporte del orden y de moral, deberá dominar la creatividad de sus jóvenes y guiarlos por el bien de la nación, es por eso que resaltan – a manera de contraposición - las reiterativas imágenes de la revolución de Mao y del 'Che' Guevara, aliado espiritual para los jóvenes espíritus que entran en conflicto: gracias a su iconografía, Travis hará su revolución la revolución.

Yéndonos al plano de lo visual o propuesta visual, vemos que el cuidado estético de la fotografía, la forma de trabajar el objeto vidente de Lindsay Anderson, nos permite encontrarnos con cambios en la escena de color a las escenas de blanco y negro durante la película. Esta estrategia, en el uso de los cambios de  escenario y de tipo de cámara, alcanzará su plenitud y su mayor consistencia cuando las emplee en las escenas de la batalla con espadas de esgrima, pero no como ejercicio del free cinema sino como situación pensada para provocar a la crítica especializada.

Estar desorientados al inicio de la película es no haber pasado por una institución donde la sabiduría no es la comprensión, sino el acato a las reglas, o la disciplina como vehículo de transformación hacia una construcción de identidades que se asocian a un grupo colectivo. En este caso, forjados por una patria, una bandera, un himno y una generación el cual logren identificarse con un colegio.

Por otro lado, nos parece que el gran pecado de “If…” es la asociación a su contexto, no construir una nueva estética a manera de alegoría a la realidad, como las películas de A Clockwork Orange (1971)  o The Wall (1982). Al estar asociada a su contexto, relativiza sus conflictos a un espacio cultural determinado no así las formas estéticas construidas por Alan Parker o Stanley Kubrick, puesto que la plasticidad de la obra otorga mayores posibilidades de interpretación en otros espacios más allá de los propuestos en escena.


Otro tópico que toca Anderson, son los juegos homosexuales que se suceden en toda la casa. El movimiento del cuerpo, la belleza del Hombre más allá del aliento sodomita que se sugiere. Estas escenas están sujetas a ámbitos del poder: los celadores con sus sirvientes, propiciado como fetichismo prohibido y aceptado entre los pares. La contemplación del cuerpo tiene su cúspide en ámbitos cerrados, ya sea el gimnasio o la ducha, sus movimientos y constituciones. Son llamativos los planos cerrados o acercamientos llamado plano americano. [En Red Dragon (2002), la pintura El Gran Dragón rojo y la mujer vestida de sol de William Blake, donde el antagonista se obsesiona con el cuerpo]. En el mismo sentido, creemos que la homosexualidad germina como una manera de suplir las carencias afectivas que se suceden dentro el internado.

Uno no puede quitar la vista a Mick Travis (Malcolm McDowell) y no compararlo con Alex de Large, ambas actuaciones son distintas, mientras que, en la naranja mecánica McDowell saca a relucir todo su talento histriónico, en “If…” hay pocas escenas donde el juego de la ironía y sarcasmo como partes esenciales del personaje salen a relucir.

En definitiva esta película es una buena muestra de provocar al vidente y chocar con los colores de las escenas, así también criticar lo establecido, sus ridículas reglas impropias y la creatividad de la guerra, entre otros tópicos. Los movimientos siempre buscan formas de interpretar sus propias vivencias, en este caso el desencanto será retratado por el surrealismo.


Los cineastas del Free Cinema estaban aburridos del cine académico y de estudio que imperaba en Londres durante los años cincuenta y con la magia artificial de Hollywood, con tal motivo, desean atacar y matar la institución.

No hay comentarios.: