If… (Gran Bretaña, 1968).
Director: Lindsay Anderson.
Intérpretes: Malcolm McDowell, David Wood, Richard Warwick, Robert Swann, Hugh Thomas, Rupert Webster.
Director: Lindsay Anderson.
Intérpretes: Malcolm McDowell, David Wood, Richard Warwick, Robert Swann, Hugh Thomas, Rupert Webster.
Por
Gonzalo Schwenke
“¡Muchachos! ¡Muchachos!
¡Yo los comprendo!
¡Sean razonables y confíen en mí!
¡Confíen en mí!” Rector
del College
If… Es una película compleja a primera vista. Desde ya,
el título es una preposición que antecede a múltiples posibilidades expresadas en
la literatura y el cine.
Diseccionada en capítulos, nos induce a correr por
los pasillos de la Casa College, a batallar por la sabiduría y ser
permanentemente disciplinados. Así se expresa con el primer modelo: “La sabiduría es lo principal, por lo tanto,
consigue sabiduría y con todo lo que consigas, consigue la comprensión”
Proverbios IV: 7
La primera escena a la que nos enfrentamos es el
desorden de una pequeña multitud que será guiada y acallada por los celadores
que tiene la Casa College. Tales vigilantes serán estudiantes privilegiados y
no negociarán el poder ante la indecencia de la rebeldía, ellos pretenden
saciar la sumisión del estudiantado, guiar el acto creativo – entiéndase como distintas situaciones no enmarcadas en el
aprendizaje asociado-, y castigar con dureza la felonía de los movimientos de
insurgencia. Así, el Colegio será reconocido y será premiado por su disciplina.
Por su parte, dicha institución tiene elementos peculiares; su estructura
inglesa basada en los arquetipos de sus fundadores como John Thomas, el
resguardo de los valores y las tradiciones; integridad, normas elevadas en un
mundo continuamente perverso y que cada vez fortalece su decadencia.
La educación inglesa será el transporte del orden y
de moral, deberá dominar la creatividad de sus jóvenes y guiarlos por el bien
de la nación, es por eso que resaltan – a manera de contraposición - las
reiterativas imágenes de la revolución de Mao y del 'Che' Guevara, aliado
espiritual para los jóvenes espíritus que entran en conflicto: gracias a su
iconografía, Travis hará su
revolución la revolución.
Yéndonos al plano de lo visual o propuesta visual, vemos que el cuidado estético de la fotografía, la forma de
trabajar el objeto vidente de Lindsay Anderson, nos permite encontrarnos con
cambios en la escena de color a las escenas de blanco y negro durante la película.
Esta estrategia, en el uso de los cambios de escenario y de tipo de cámara, alcanzará su plenitud
y su mayor consistencia cuando las emplee en las escenas de la batalla con
espadas de esgrima, pero no como ejercicio del free cinema sino como situación pensada para provocar a la crítica
especializada.
Estar desorientados al inicio de la película es no
haber pasado por una institución donde la sabiduría no es la comprensión, sino
el acato a las reglas, o la disciplina como vehículo de transformación hacia
una construcción de identidades que se asocian a un grupo colectivo. En este
caso, forjados por una patria, una bandera, un himno y una generación el cual
logren identificarse con un colegio.
Por otro lado, nos parece que el gran pecado de “If…” es la asociación a su contexto,
no construir una nueva estética a manera de alegoría a la realidad, como las
películas de A Clockwork Orange (1971) o The
Wall (1982). Al estar asociada a su contexto, relativiza sus conflictos a un espacio
cultural determinado no así las formas estéticas construidas por Alan Parker o
Stanley Kubrick, puesto que la plasticidad de la obra otorga mayores
posibilidades de interpretación en otros espacios más allá de los propuestos en
escena.
Otro tópico que toca Anderson, son los
juegos homosexuales que se suceden en toda la casa. El movimiento del cuerpo,
la belleza del Hombre más allá del aliento sodomita que se sugiere. Estas
escenas están sujetas a ámbitos del poder: los celadores con sus sirvientes,
propiciado como fetichismo prohibido y aceptado entre los pares. La
contemplación del cuerpo tiene su cúspide en ámbitos cerrados, ya sea el
gimnasio o la ducha, sus movimientos y constituciones. Son llamativos los
planos cerrados o acercamientos llamado plano americano. [En Red Dragon (2002), la pintura El Gran Dragón
rojo y la mujer vestida de sol de
William Blake, donde el antagonista se obsesiona con el cuerpo]. En el mismo
sentido, creemos que la homosexualidad germina como una manera de suplir las
carencias afectivas que se suceden dentro el internado.
Uno
no puede quitar la vista a Mick Travis (Malcolm McDowell) y no compararlo con
Alex de Large, ambas actuaciones son distintas, mientras que, en la naranja mecánica McDowell
saca a relucir todo su talento histriónico, en “If…” hay
pocas escenas donde el juego de la ironía y sarcasmo como partes esenciales del
personaje salen a relucir.
En
definitiva esta película es una buena muestra de provocar al vidente y chocar
con los colores de las escenas, así también criticar lo establecido, sus
ridículas reglas impropias y la creatividad de la guerra, entre otros tópicos. Los
movimientos siempre buscan formas de interpretar sus propias vivencias, en este
caso el desencanto será retratado por el surrealismo.
Los
cineastas del Free Cinema estaban aburridos del cine académico y de estudio que
imperaba en Londres durante los años cincuenta y con la
magia artificial de Hollywood, con tal motivo, desean atacar y matar la
institución.
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