Confesiones de un escritor fantasma (Editorial Imágenes, 2022) de Ramón Soto Cea (Puerto Natales), es una novela de autoficción y de contenido metaliterario que transcurre en los últimos treinta años. Estructurada en cuatro grandes etapas: En la primera sección el protagonista se irá desenvolviendo entre amistades por las virtudes de escribir poemas para las conquistas amorosas de sus amigos y que le darán resultado hasta cuarto medio. En la segunda etapa, llega a Santiago a estudiar la carrera de Licenciatura en la universidad, contribuirá para los discursos de la izquierda movilizada y para la revista de la federación, lo que termina en manos de la policía secreta con un desenlace poco alentador. La tercera, se refiere en gran medida a la etapa como docente y las precariedades del matrimonio. Lo que deriva en participar como escritor fantasma en determinadas circunstancias. La última parte, se refiere principalmente a hacer memoria y a reflexionar sobre la conducta moral que riñe con lo legal.
El
protagonista en su ingenuidad provinciana se mantendrá en una zona secundaria
de los espacios de literatura, lo que le permitirá abrirse paso y ser
reconocido como tal: un escritor fantasma. Sin embargo, los organismos civiles
y militares intentarán develar su arrojo por colaborar voluntariamente con
agentes desestabilizadores del régimen. Lo que derivará en momentos aciagos a
lo largo de la obra. En esta etapa, llama la atención aspectos psicológicos del
personaje donde cambia radicalmente de acuerdo a la localización. Por un lado,
está la candidez en el sur durante la secundaria, y por el otro, el saber
actuar con prontitud y lucidez frente a la persecución policial durante la
etapa universitaria. Dicho sea de paso, que la policía vaya a tu domicilio no
significa, hoy en día, una multa o un llamado de atención, significaba que
podías ir a la cárcel o incluso pasar a la lista de detenidos desaparecidos. Y,
por último, el espacio introspectivo donde emergerá la memoria, la
consideración de lo obrado e indagación de personajes del pregrado.
Una
de las líneas que se trabaja de manera paralela es el gran amor del
protagonista: el cortejo amoroso. Julia tiene horas laborales en la biblioteca
de la universidad, tan pronto se da cuenta que el protagonista lee sin parar
durante días y horas, esa imagen de la intriga y el deseo no reconocido, le
quedará en la cabeza pese a que está comprometida con otro universitario de
estudios de ingeniería, Felipe. Tras el acuerdo legal, presurosamente se dará
cuenta que él no le permitirá desarrollarse profesionalmente, llevando consigo
a un desenlace lógico. De modo que la línea amorosa del volumen es tan
importante como anticuado, porque no puedes de señalar que: “Julia y yo hicimos
el amor por primera vez” y en el párrafo siguiente hablar de “cópula”. Muy
lejos del erotismo que nos enseña María Luisa Bombal en La Última Niebla o
los fragmentos del discurso amoroso de Roland Barthes.
En
las vicisitudes del escritor fantasma, aka ghoswriter, se hace cargo de ser el
talento a disposición de académicos y/o escritores inescrupulosos que hacen
pasar poemas de poetas incomprobables y de ayudar desde las sombras en la
planificación y programar asuntos para las Escuelas de Escritura Creativa con
perspectivas mayormente comerciales: “basta que un bodrio tenga muy buena
publicidad para que todo el mundo piense que es bueno y busque adquirirlo.
Además, si va acompañado de un hecho noticioso que impacte a la gente y
estimule su morbosidad, tanto mejor, más se venderá el producto”. Asunto que se
me viene la lectura de Dana Goiai en el ensayo ¿importa la poesía? afirmando
que: “Nunca antes se habían publicado tantos libros nuevos de poesía, tantas
antologías o revistas literarias. Nunca antes había sido tan fácil ganarse la
vida como poeta. Existen hoy varios miles de trabajos de nivel universitario en
la enseñanza de la creación literaria…”. Tal panorama entrega una nueva visión
sobre lo que se considera la literatura contemporánea, siendo positivo que se
expongan y visibilicen este tipo de personajes que constituyen una farsa en el
circuito.
En términos estructurales, Confesiones de un escritor fantasma (2022) contiene cuatro libros en uno; más allá del concepto del viaje sobre el provinciano que migra para estudiar y trabajar en la capital, identifico que las temáticas son totalmente distintas y solamente, desde esta premisa, hay bastante paño que cortar. De esta heterogeneidad de materias que enriquecen esta novela, paso a señalar: desde el rol del ghoswriter en la sociedad chilena, la memoria y el rol de los universitarios en dictadura, la pulsión sobre qué es la literatura y escritor en el siglo XXI, entre otros. Por lo mismo, Soto Ceas desarrolla una novela que se lee de una sentada debido a los diálogos directos, donde el antihéroe no desea asumir, pero tiene una satisfacción y tranquilidad de lo trabajado en entorno sociales específicos de la historia reciente.
Confesiones de un escritor fantasma
Ramón Soto Cea
Editorial Imágenes
2022
219 páginas
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