Tras la muerte de Nelson Schwenke el 22 de junio de 2012,
se han suscitado múltiples homenajes en Valdivia, Quillota y Santiago. En todos
ellos, es inevitable rememorar los inicios de Schwenke y Nilo, desde 1979, en
Valdivia.
Durante los ochentas, Nelson Schwenke entra a estudiar
Antropología y Marcelo Nilo, pedagogía en Educación Musical en la Universidad
Austral de Chile. En el trajín de la generación quebrada por el golpe militar,
se integra Clemente Riedemann, quien sale de la tortura a manos de la Dirección
de Inteligencia Nacional (DINA) e ingresa a la Universidad a estudiar
Antropología. Estos hechos no son fortuitos, están situados en contexto con la
dictadura y la imperiosa necesidad de la juventud por superar el toque de queda
y ejercer la libertad de expresión.
Es en el Sur de Chile donde emerge Schwenke &
Nilo, pero no fue un grupo aislado sino que el contexto generacional posibilita
la aparición del dúo. La existencia de colectivos artísticos que dialogaban
críticamente, la vinculación de una u otra manera en un territorio geográfico
acotado (X Región de los Lagos y actual XIV Región de Los Ríos), el
compañerismo y la solidaridad en estos años de emergencia son algunas
características propias de la escena y que se vinculan con lo realizado en años
anteriores. En 1964 aparece el Grupo Trilce, durante los ochenta destacan los
artistas visuales del Grupo 7, los talleres literarios Aumen; Matra, el Taller
Murciélago; Chaicura; Índice, solo por nombrar a algunos. Es importante
destacar que esta generación congregada para con el objetivo de construir
resistencia frente a los horrores de la dictadura, convergió en Valdivia desde
varios lugares del país y muchos de ellos continúan realizando labores
creativas y de estudios, ya sea en literatura, artes visuales, edición, música
y los DD.HH.
Si bien en Santiago se habla de apagón cultural y del
emblemático Café del Cerro, durante aquella época en Valdivia las
manifestaciones artísticas eran escasas y coartadas por las autoridades ligadas
a la dictadura: los conciertos eran boicoteados por avisos de bomba, hubo exposiciones
de artistas visuales que se realizaron en el sótano de la Municipalidad, y el
Rector designado destituía académicos y estudiantes que participaban de eventos
culturales dentro de la UACh.
Hoy en día sucede algo muy similar. La dictadura
neoliberal invisibiliza expresiones culturales, y aquellas que absorbe
pertenecen a construcciones que están dentro del perfil de mediatización de la
cultura televisiva, ya sea como la cultura entretenida que se basa el contenido
reduccionista y produciendo la cultura del desecho, promoviendo un discurso
crítico nulo y vacío.
Antes de irse a Santiago, Schwenke & Nilo graban
el cassette Elegía por la muerte del
chancho (1980), concierto realizado en el ofertorio de la Iglesia Católica
de calle Picarte, Valdivia. El respaldo de dicha institución se puede apreciar
en fotografías y comentarios realizados por Marcelo Nilo en el documental El sentido de la vida rescatando del
olvido nombres que los acompañan en conciertos como Gladys Briceño en chelo,
Iván Briceño en teclados, Raimundo Garrido en percusión, Jorge Vio en sonido,
Claudio Miranda en viola, Roberto ‘galo’ Arroyo en violín y Clemente Riedemann
en las letras, junto a los poetas Sergio Mansilla y Jermaín Flores. También
aparecen nombres como Jaime Vivanco, Jaime ‘Chino’ Vásquez, saxofonista y
flautista, estos últimos vinculados al Grupo Fulano.
Afiche: Roberto 'galo' Arroyo |
Clemente Riedemann señala en el libro El viaje de Schwenke & Nilo: “Entre enero y abril de 1980,
trabajamos diría, presionados solo por nuestro propio entusiasmo. Produjimos
alrededor de una quincena de canciones de las cuales Nelson y Marcelo
seleccionaron doce. El concierto Elegía
por la muerte del chancho lo presentamos
a fines de abril en un escenario improvisado sobre mesas en el ofertorio de una
Iglesia Católica ubicada en calle Picarte. La dirección de asuntos
estudiantiles de la UACh nos había quitado, en la víspera, la autorización para
celebrar el recital en el interior del campus. El censor político de turno dijo
que las canciones eran ‘muy tristes’” (14).
En Santiago, Schwenke y Nilo participan del segundo
Festival de la Agrupación Cultural Universitaria (ACU), en el Teatro Caupolicán
a fines de 1979. La grata recepción por parte del público del tema “El Viaje”
los incita a continuar trabajando con mayor ahínco. En 1983, obtienen el premio
Alerce con el tema “Lluvias del sur”. El sello discográfico Alerce, que trabaja
con todos los artistas del Canto Nuevo, permite la grabación y distribución de
siete discos entre 1983 y 2004, además del DVD recopilatorio Schwenke &
Nilo, 30 años, registros de un viaje[1].
Con nueve discos y varias colaboraciones con el Canto
Nuevo y la Trova Nacional, Nelson Schwenke y Marcelo Nilo son sin duda uno de
los referentes musicales más importantes del Sur de Chile. A través de sus
letras, representan no sólo la historia valdiviana de la segunda mitad del
siglo XX, sino además el cotidiano vivir de las comunidades sureñas, ligadas a
la conversación y al encuentro en torno al calor de la estufa, en permanente
convivencia con el mate y las sopaipillas en las casas, dando cuenta de territorios
económicamente explotados y fetichizados por quienes invaden durante las
vacaciones dichas estancias.
Pese
al deceso de Nelson, Schwenke & Nilo se mantiene vigente en los escenarios
del país, al margen de los registros televisivos y protegidos con la ternura de
los amigos. Continúan tocando en
centros culturales y espacios comunitarios como lo han hecho desde siempre.
[1]
Schwenke & Nilo Volumen 1 (Alerce, 1983); Schwenke & Nilo Volumen 2
(Alerce, 1986); Schwenke & Nilo Volumen 3 (Alerce, 1988); Schwenke &
Nilo Volumen 4 (Alerce, 1990); Schwenke & Nilo Volumen 5 (Alerce, 1993);
Schwenke & Nilo Volumen 6 (Alerce. 1997),
20 años. Crónicas de un viaje (Alerce, 2000). Por último, el disco Schwenke
& Nilo Volumen 8 (Fondart, 2004)
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