Por Gonzalo Schwenke
La
imagen de un niño con una vara que sujeta el cubo para llenar de cerveza justamente
al lado de la calculadora es el signo que representa a una empresa en Valdivia.
Buscamos en internet de qué lugar provienen y qué representan, encontrando lo
siguiente:
En
la revista Mash, aparece una
publicación de internet de mayo del 2015, sobre los cubos de cerveza llamados
Growler y en la que relata que a finales del siglo XIX los niños eran mandados
por los padres a llenar estos recipientes con cerveza, cito a continuación: “Muchas veces, la tarea de ir a llenar los growler y
regresarlos a la casa o al trabajo recaía en niños mandados por sus padres o contratados
por los trabajadores.”
Es necesario aclarar que este reciclaje visual de parte de
quienes exhiben el logotipo como marca comercial es leído como la apología a la
explotación infantil en la actualidad. Consideramos que hay que leer los
letreros de publicidad desde el siglo XXI y no como historia anacrónica, por lo
que ellos retoman la historia inicial de la labor de los niños, los que eran
parte del engranaje de la economía cervecera pero de una manera pasiva. Es
decir, la reutilización de objetos/imágenes pensando en que se permitía lo anterior,
excluye el eventual poder simbólico que provoca el no reconocer el lugar de lo
infantil en el Chile neoliberal, desvinculando los avances políticos de más de
cien años en el que el trabajo infantil está legalmente prohibido.
Explicado de otro modo, creemos que alguna empresa tenga la
ocurrencia de tomar la figura de los niños es similar a lo que sucede en el
cuento “la compuerta N° 12” de Subterra y que avale dicha situación. Recordemos
que Baldomero Lillo relata el momento en que el padre lleva a la mina al hijo
para que trabaje y aporte al hogar. Por eso, señalamos la existencia de la
vanaglorización del valor infantil en el área comercial que se promueve en el
2018. El argumento está respaldado cuando la imagen del niño trabajando (¡!)
aparece al lado de la calculadora. La unión de estos dos objetos: el niño y la
calculadora, se desprende los beneficios rentables del trabajo infantil.
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