Crónicas
de resistencia: un canto por la paz.
Sol y
lluvia: voces de la resistencia (2018)
Gonzalo
Planet (Santiago, 1978)
Ediciones
Pez Espiral, 2018, 172 páginas.
Publicado en Izquierda Diario Argentina: http://www.laizquierdadiario.com/Cronicas-de-resistencia-un-canto-por-la-paz
Sol
y lluvia es considerado parte del cancionero del Canto Nuevo, junto a quienes
forjaron la resistencia cultural a la dictadura en el ochenta. Ellos se
distinguen de otros por las canciones festivas y bailables, sorteando la
censura a través de la creatividad de los afiches artesanales, y por las letras
de canciones enfocadas en revelar el diario vivir de las comunas periféricas de
Santiago. Es decir, ser pobre o estar desempleado durante el régimen cívico
militar no es un tránsito, sino que significa vivir el hambre y participar de
ollas comunes en las que no había para todas las familias.
Sol
y lluvia: voces de la resistencia (2018), es el tercer libro del periodista
Gonzalo Planet quien en once capítulos reúne a los hermanos Labra Sepúlveda y
Harley Labra Bassa para repasar biográficamente las vidas en las poblaciones de
Vicente Navarrete, San Gregorio, La Legua o el Zanjón de la Aguada. Además de
recordar la vida de sus padres, relatan la infancia que se desarrolla en zonas
aledañas, el vínculo de la política y la cultura durante los setenta, el golpe
de Estado, la detención y tortura por los aparatos de represión, el trabajo
serigráfico que los caracteriza, la relación con la iglesia y el lleno total en
el concierto del Estadio Nacional (1999). Las extensas entrevistas finalizan
con palabras de Amaro Labra asumiendo en 2018 como diputado de la república por
el Partido Comunista.
La
periodista e investigadora Marisol García en el libro Canción Valiente (2013) señala la calidad de las letras de este
grupo, puesto que vivencian el mundo más cercano en las poblaciones de San
Joaquín: “Este canto popular-popular (…) acogió problemas humanos y colectivos,
pero no como un gesto de rescate o reivindicación, sino por ser conflictos que
estaban allí” (286). Asimismo, me parece que crear el vínculo entre arte y el
cotidiano posibilita que exista un campo de representar a los representados.
Una identificación de los habitantes de un lugar en el que emergen las
identidades individuales y colectivos.
Uno
de los puntos débiles radica en la falta de rigor investigativo y de orden que
representa la ausencia de índice. Este gesto que bien podría pasarse por alto,
confluye en la desprolijidad como algunas noticias que no tienen dato de
publicación, al igual que ciertas fotografías en blanco y negro que no están
precisadas en el hecho autoral. Las discografías no tienen continuación por
fecha, sino que han sido insertadas a medida que la conversación lo requiera.
De hecho, el disco “Hacia la tierra” (1993) tiene la fotografía por ambos
lados, no así, los demás que están a una sola cara (“A desatar la esperanza!!”
1986, “+personas” 1988, y “Testimonio de paz” 1989) o aparece solamente la
carátula (“La vida siempre!!!” 2000, “La conspiración de la esperanza” 2004, y “Clima
humana” 2013). De lo anterior, no permite que estén integradas las letras de
las canciones y no tienen el apartado a disposición del lector. No es lo mismo
insertar fotografías, noticias o afiches publicitarios a medida que la
entrevista lo requiera, que entregar los discos y las letras con la debida
importancia que se merecen.
Por
otro lado, coloco en relevancia la serigrafía de los hermanos Labra, los que
vinculan el quehacer (hoy en día formas de generar publicidad), con elementos
que no contaban y herramientas que fueron creando: “Era un taller esencialmente
para proveer de lucas para parar la olla”, señala Jonny (31). Esta situación se
relaciona con el tema Aunque solo tuviera
de Schwenke & Nilo: “Aunque solo tuviera/ aunque solo tuviera un pedazo de
tela/ con pinceles de sueño pintaría un discurso/ con vocales gigantes/
consonantes moradas”, dando cuenta de la ausencia de materialidades pero que,
con un trozo de tela, creyendo en las declaraciones sobre lienzos se defienden
los recursos y derechos básicos para la población de un país. Entonces, Sol y
lluvia se ha convertido en un tipo de registro de identidad que devino en canto,
y que Charles llama “la paciencia era la resignación, y la pazciencia era la
acción” (33), puesto que, “vivir en dictadura es vivir en una de las peores
prisiones que uno pueda imaginar” (29) confirma Amaro.
En
efecto, el grupo recoge el manifiesto de la canción protesta argentina y de
Violeta Parra a través relaciones intertextuales. La relación es fácil de
reconocer en la canción con todos de Mercedes Sosa: “Salgo a
caminar/ Por la cintura cósmica del sur”, en tanto, que en el tema Voy a hacer el amo de Sol y lluvia: “Tomo
tu mano y salgo a caminar/ por la triste y vigilada ciudad”. Ambos temas
musicales del repertorio latinoamericano, colocan a disposición la relevancia
del trabajo del artista quien debiese recorrer los lugares que le pertenecen,
esto es, reconociendo siempre del lugar que se proviene.
Si
bien el libro contiene errores y pertenece a los discursos oficiales,
entiéndase esa conflictiva relación entre lo dicho por la fundación que
financia y la omisión de los procesos creativos previos a la realización de los
discos. Sol y lluvia: voces de la
resistencia (2018) no deja de ser un documento meritorio de un nicho de
artistas que no han sido debidamente estudiados o valorados y que durante los
ochenta configuraron la canción de resistencia.
Gonzalo
Schwenke
Profesor
y crítico literario
Valdivia,
2019.
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