Para vos, lo peor, es la libertad
Sumo
El
fin de semana apareció una entrevista al editor de UDP, Matías Rivas, por el
fallecimiento del crítico literario Juan Manuel Vial: “El panorama de la
crítica en Chile es desolador”. La evaluación de voces críticas en el medio es
deplorable y menciona, a modo de ejemplo, a dos críticos que escriben
regularmente para la sección Bellas Artes de El Mercurio.
Los
argumentos decadentes, clasistas y amargados de Matías Rivas son insostenibles.
Para él, no existe más crítica literaria que aquella sometida al mercado,
instaurando falsas ideas de exitismo y la probable valoración fuera del país.
Aquella que es cómplice de las instituciones, con diálogos ambivalentes y
conciliadores. Muy años noventa. Pensarás que en muchas décadas sirvió de algo el
diálogo y la conciliación, cuando los números anunciaban una revuelta. La
verdad es que, tal como tus poemas malos, las columnas en las que citas a
Guattari, Deleuze, Benjamin y teóricos que no entiendes, tal como muestras en
«Minuto a minuto« (2019), no generas pensamiento crítico. Lo que comprueba que
no te hace inteligente ostentar una alta cantidad de libros.
Debería
darte vergüenza el nivel de reflexión que muestras en la entrevista. Torpe,
deficiente y enajenada de lo que está sucediendo. Pensarás que la crítica
obedece a tus grupos, a lo que representas: una cultura caduca,
tradicionalista, “fome y bien charcha”. Aquí el mensaje es claro, y es el mismo
que alguna vez tituló Alberto Fuguet: “llegaron los bárbaros” (2018). Es decir,
no les interesa la literatura más que como un espacio mercantil y, lo más
peligroso, es que la ausencia de pensamiento crítico convierte al lector en
consumidor. De igual modo, “cuando la élite empieza a eliminar la crítica”, la
transforma en servil para las instituciones.
Y
la crítica goza de buena salud, pese a tu ignorancia de crítico de Las Condes
que solo lee El Mercurio y las revistas de los amigos. Está rebosante con
Patricia Espinosa (a quien atacaste en La Segunda, 2015), Lorena Amaro y Lucía
Stecher en la revista Palabra Pública. Publicaciones como La Palabra Quebrada,
Saranchá, Lo Que Leímos, Cine y Literatura, El Circo en Llamas, Origami, La
Calle Passy, Oropel, Letras.msyite, las entrevistas en suplemento KU, Letras en
Línea, entre muchas otras que están apareciendo. Quiéranlo o no, los vaticinios
de Alberto Fuguet, a quien respaldas desde el comité editorial de la revista
Santiago, no se han cumplido: “La labor del crítico-como-profesor o, peor aún,
la figura del crítico-como-perro-guardián, ha terminado” (Revista Santiago,
2018). Mucho menos que la crítica esté pasando por algún tipo de precariedad:
“Estamos en un nivel de analfabetismo funcional demasiado alto, la gente puede
ser profesional pero no entiende nada”.
No
son pocos los interesados en el ejercicio de la crítica, se han generado redes
que no viste venir y existe una rearticulación que no está pasando por los
medios oficiales. Así, desde la formación pedagógica están aumentando las
figuras críticas y generando medios alternativos. Sin embargo, como buen
editor, no habrás leído, porque te parece estridente. Cuando esto ocurre, veo
que prefieres desestimar lo dicho y
subestimar a los/las lectores. No sirve de nada aplicar la vieja confiable de:
“pensé que el contexto de la entrevista era claro (…), “Sí el contexto se
entendiera, no existiría polémica” (sic), (…) no sé qué interferencia hubo”.
Ellos representan el desgaste y el retiro próximo. Germán Marín ya no está.
Famosos eran los cafés con el autor de El palacio de la risa para analizar y
maniatar la realidad literaria o los encuentros con periodistas serviles.
Hace
años dije que era probable escuchar estos balbuceos y delirios de asesores
pertenecientes a los monopolios culturales, debido a una crítica que no les
pareció oportuna. Dicho y hecho, la actual entrevista del palurdo que evalúa el
medio, comprueba que después de ti, está todo pasando. Habrá que acostumbrarse
a los mojigatos y fulastres de la cultura que cada cierto tiempo hacen
pataletas estridentes porque no les alcanza para generar ideas. Si quieres
dialogar y preocuparte sobre la literatura, hablemos mejor sobre la precariedad
estética de tus libros.
Alberto
Fuguet, “llegaron los bárbaros”:
http://revistasantiago.cl/pensamiento/llegaron-los-barbaros/
Matías
Rivas, “el panorama…”
https://www.ex-ante.cl/matias-rivas-el-panorama-de-la-critica-en-chile-es-desolador/
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