Décimas del Estallido. Crónica en verso de la rebelión en Chile. Nano Stern, Cuño Editor, 2020, 204 páginas.
Décimas del Estallido. Crónica en verso de la rebelión en Chile (2020) es la primera publicación literaria del cantautor chileno Nano Stern (1985), quien ha trabajado la décima para temas musicales desde hace mucho tiempo. Por lo que, el vínculo con Violeta Parra, Lalo Parra, Lautaro Parra, Víctor Jara o Nicomedes Santa Cruz es innegable.
En este volumen, presenta 156 décimas y sesenta
y cinco crónicas que abarcan las jornadas del 18 de octubre al 26 de abril.
También se incluyen cinco dibujos de Marcelo Escobar donde predomina el rojo y
negro. Por último, está la participación del abogado argentino Tobías
Schleider, que afirma sospechosamente: “Que cuenta un Chile actual y, de una
vez, el que pasó y que debe venir. Que respeta hasta el paroxismo el modo de
hablar de un pueblo que no calla”. Mientras que, la académica chilena Paula
Miranda señala: “Esa vitalidad diaria y fragmentaria se ha transformado en un
extenso relato, crónica o estampa hecha de retazos de memoria”, y el abogado
constituyente Fernando Atria, figuran entre quienes respaldan y recomiendan
esta obra.
Es un lenguaje que recoge informalidades de
personas que viven en el mundo rural o los bajos fondos de las ciudades, y es
la representación de las variedades diatópicas de un territorio. Por ejemplo:
recoger y validar el habla marginal de “las chauchas, las calilas y las
mojojo”. Nuestra riqueza chilena. Lo que determina características propias y
diversas en un amplio continente, influenciado por la cultura (pan)hispánica,
que registra una profusa difusión de este tipo de arte y de la improvisación.
Por otro lado, no son pocos los escritores que
con una desfachatez afirman que presagiaron la rebelión social chilena:
“Sebastián, lo digo yo/ y lo dice el pueblo entero”. En concreto, han sido las
organizaciones estudiantiles durante el 2019 quienes resistieron el asedio de
malas políticas educativas mediante piedrazos, escudos y molotov.
Asimismo, este descontento social ha sido construido
en base a la inseguridad social, estrechez económica, precariedad durante la
jubilación, accesos a derechos básicos cada vez más complejos, y patrióticos
fraudes tanto de las FFAA como las colusiones empresariales. Con varios
antecedentes de revueltas, Chile se caracteriza por ser un país donde las
personas son pacíficas y razonables. No por nada heredó la tránsfuga
Constitución (1980) del dictador, diseñada para proteger el mercado neoliberal,
bloquear leyes progresistas y mantenernos como un país conservador. Así pues,
esta rebelión sin guillotina, constituye un marco institucional con múltiples
propósitos y demandas como si estuviese confianza en estos procesos
establecidos: “Ya es hora de que sea el voto/ el que dicte su sentencia”.
El trabajo de Nano Stern escritor no siempre parece
logrado y a veces fluctúa de manera ambivalente. En estos versos “La receta de
Piñera/ es doblar la mano dura”, no se condice con los que detentan la fuerza
legal. De igual modo, el derroche de optimismo y esperanza no alcanza a recoger
la real fuerza y energía de la población movilizada en las calles. Sin embargo,
instala la mirada inquisidora y suspicaz sobre la inequidad y la derecha
gobernante, dejando de lado los errores transversales de un Congreso y una política
desconectada con la realidad.
Esta alegre rebeldía contiene un tono en el que no
dejo de asimilar al disco Canto al
programa de la Unidad Popular cantado por Inti Illimani en 1970. Lo que
justificaría la preponderancia y la robusta creencia hacia el proyecto
constituyente, dejando de lado el período de la emergencia sanitaria. Si le
colocas oreja, se pueden escuchar-relacionar los versos de la Canción del Poder
Popular: “Será el pueblo el que construya/ un Chile bien diferente” y “el Rin
de la Nueva Constitución” de fondo en esta obra.
El trabajo de la lengua denota una preocupación por la
formalidad: “La justicia ‘a la chilena’/ se ha reído y se ha burlado/ del Neco,
que, atropellado,/ murió de forma funesta./ Es triste, pero cuesta/ no decir
‘país culiado’”. Por lo que, este síntoma en el que se chasconea de manera
insuficiente, puede producir una lengua de solapa y no es de extrañar que se
“pase unos pueblos” en dejar constancia de lo dicho. Para ser un cantautor que
lleva una década trabajando la décima, sorprende esta rigurosidad para la
representación del pueblo movilizado.
Décimas
del Estallido es un
volumen que asume riesgos para registrar la calle pero sin la voz de ellos,
porque quedaría registrado continuamente y no como recurso aislado. En cambio,
el autor prefiere escenificar estos tiempos difíciles para integrarse a un
amplio grupo de escritores que registran y buscan antecedentes del estallido.
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