Piedras,
barricadas y cacerolas. Las jornadas nacionales de protesta. Chile 1983-1986.
Viviana Bravo Vargas
UAH ediciones, 2017, 436
páginas
El exhaustivo trabajo está
dividido en nueve capítulos y da cuenta de dos grandes líneas: el
cuestionamientos a los discursos oficiales encontrando asidero sobre los
antecedentes o motivaciones para la movilización nacional, y por otro lado, la
cultura de la protesta como extensión de la participación y politización de los
espacios de oposición para hacerle a una fuerte
robusta y poderosa maquinaria de exterminio. Para esto, la historiadora
acude a diferentes fuentes primarias como los archivos de la Vicaría de la
Solidaridad, la del dirigente sindical Luis Fuentealba, a la Biblioteca Nacional,
al Fondo Documental Eugenio Ruiz-Tagle (FLACSO), diarios, periódicos y revistas
de la época. Además, destaca el trabajo en terreno construye 29 entrevistas a personas
activas durante la dictadura y las fuentes secundarias: 164 libros, artículos y
tesis.
De lo anterior, permite especificar
el método de trabajo de Viviana Bravo Vargas, quien durante su carrera
académica ha desarrollado una línea de investigación sobre la rebelión popular-urbana
durante la dictadura cívico-militar. El presente libro constituye tesis
doctoral y en el 2013 recibió mención honrosa en el Premio Casa de las
Américas.
De acuerdo a los estudios
citados por la autora, las subversiones populares no conllevan una sola
directriz, estos son múltiples y para Chile, han sido interclasistas. Es decir,
desde el colapso económico y financiero, para 1983 había un deterioro de la
calidad de vida de los trabajadores debido a la explotación de los mismos en
las fábricas. Con ello, un aumento de la inseguridad que afectó a los grupos
vulnerables, la falta de expectativas juveniles y tanto la intervención de los
grupos políticos en las tomas de terreno como el trabajo de base de los grupos
eclesiásticos propiciaron una orgánica frente al dictador. Según datos este
volumen hay un especial énfasis sobre el quehacer poblacional de la Región
Metropolitana,, a excepción de llamados de la Confederación Nacional de
Trabajadores del Cobre (CNTC) y otras zonas específicas, dejando de lado las
experiencias en regiones como el histórico “puntarenazo” (1984) o el frente
cultural en las regiones, por ejemplo.
Aunque el tono de la obra
tiene un tono de épica, la vindicación de las Jornadas Nacionales de Protestas,
al igual que el camino hacia el Plebiscito (2020) a la Nueva Constitución,
comenzaron en las calles. Estos espacios fueron tomados por sujetos organizados
para hacerle frente, desde el 11 de mayo de 1983, a las fuerzas represivas de
la dictadura.
Publicado en Le Monde Diplomatique, edición Enero.
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