Flores de tránsito
Magnolios (2019) es el
primer volumen de poemas de Victoria Ramírez Mansilla en la que utiliza una
prosa de ritmo pausado y de rápida aceptación por parte del lector. El regreso
al origen familiar, la cadencia de las ciudades, las consecuencias del fuego,
la maternidad son algunos de las temáticas que aborda. Sin embargo, en muchos
versos el tono trágico resalta transversalmente en varios poemas como “isla”,
“mal de ojo”, “savia”, “magnolios” entre otros. Así también, denota el tránsito
en gustos, plazas, imágenes o recuerdos. La necesidad de pensar en movimiento
para configurar y darle mayor espesor al incómodo desarraigo y por supuesto, la
búsqueda de un terreno firme y seguro para continuar.
El regreso al origen
familiar a un caserío ligado al río que destaca por lo prístino y el conjunto
de relaciones con la naturaleza, en tanto, signo de espacios propios, es una de
las temáticas transversales de la obra. No se puede avanzar sin que la madre
surja, ni tampoco dejar de lado las múltiples referencias a la flora. Esto es
parte de la recomposición que ahonda durante los veranos en el hogar donde la
madre pasó la infancia y en la que, es justamente necesario indicar la procedencia
del hablante, antes que el recuerdo comience a difuminarse y fragmentarse. Así
encontramos, relaciones sociales con la parentela que son incómodas y quien
recibe el mensaje es una adolescente carente de herramientas para afrontar la
maternidad.
A pesar de habitar espacios
mapuche-huilliche: río Puquitrahue, río Pilmaiquén, río Chirre, Trafún,
Chaitén, Hueyusca, río Bueno y Futaleufú, observamos el alto nivel de despojo
cultural. Es decir, son pocos los registros sobre el vínculo ancestral: “cantar
en el idioma de los antepasados / tiene un propósito y un nombre / del mismo
modo recordar a un padre / que no hablaba a las mujeres / por estricta
tradición” (29). Por este motivo, observamos diversos rituales religiosos
europeos, ya sea con su presencia arquitectónica y la costumbre adquirida
mediante la evangelización: “La iglesia chueca se rodea de luz / se persignan
frente a san sebastián / todo es solemne y yo les copio (14)”.
Victoria Ramírez oriunda de provincias
arriba a la gran ciudad. Convierte en escritura la cadencia de las rutinas en
los espacios que habita. Mientras, en el sur el tránsito es lánguido y da
cuenta de la utilización de versos más descriptivos: “Después servimos café de
un termo/ compramos jaibas cocidas en el muelle/ atravesamos sus caparazones
con una piedra/ a cada golpe acerco mi oído/ este sonido y el mar son uno”
(14). En la ciudad toma mayor vértigo y transforma en hecho concreto lo que
antes eran situaciones: “aprendí a pensar en movimiento/ trenes automóviles
buses bicicletas/paradas para beber y tragar dulces/ concentrados de café con
culpa/ juegos de mesa en el asiento trasero…” (15). Lo que denota en poemas, de
qué manera el diseño de la circulación de las personas establece parámetros de
velocidad y objetivos de las comunidades. Además, la permanencia de lo
pueblerino o rural de las provincias se expresa en cómo la naturaleza toma
relevancia en espacios abiertos y de libertad. No solo lo realza sino que, le
otorga cambia su significado.
El magnolio es un tipo de
planta que florece en primavera y su duración no es permanente. Se comenta que
es introducido.
Magnolios es una obra que
trabaja con una paleta de sensibilidades: tragedia, observación, nostalgia, calma,
descensos, belleza, angustia, etc., que intervienen en una escritura dedicada y
de importante calidad. Por lo que, las relaciones del hablante con el medio no
solo se hacen significativas, sino que atraviesa el desarrollo de la escritura,
instalando materia política y una sutil belleza que seguirá prosperando.
Magnolios. Victoria
Ramírez Mansilla. Editorial Overol, 2019, 49 páginas.
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